Si el militante partidista Enrique Peña Nieto tiene alguna pizca de agradecimiento a las siglas del PRI, debe dar un paso al costado y no tratar de influir en la designación de los Líderes de Bancada de la próxima Legislatura Federal.
Si de verdad pretenden darle una sacudida a sus métodos para elegir en este caso a sus coordinadores de los grupos parlamentarios, no hay espacio para valoraciones subjetivas, tienen que ser ungidos los que más votos obtuvieron en urna.
Jorge Carlos Ramírez Marín es el priista electo más votado del país, tiene una larga carrera parlamentaria, dos veces Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados Federales, Presidente Nacional del Instituto de Capacitación del PRI y ha sido Secretario del Gabinete Federal. No debería existir resistencia por parte de EPN y del grupo de Meade, porque Ramírez Marín supo conducir de manera tersa la sesión deliberativa de Estatutos del PRI que permitió entre otras cosas que se abrieran los candados para postular candidatos sin militancia.
Hay quienes alientan a Miguel Angel Osorio Chong, pero no tiene argumentos contundentes para ser el coordinador porque además se supone que era el encargado de todas las campañas al Senado y las actas demuestran su fracaso.
Otra caso similar es el de Beatriz Paredes que pretende ponderar sus atributos de “vaca sagrada” para ser la coordinadora del PRI en el Senado. Si, nadie niega que tenga excepcionales cualidades parlamentarias, pero la última elección que ganó fue en 1987 como Gobernadora de Tlaxcala, de ahí en adelante ha sido una plurinominal constante y dos veces fue tercer lugar en las elecciones de la Ciudad de México. Ya ni revisar los resultados que obtuvo en la circunscripción que coordinó, porque fueron fatales.
El PRI no debería tener como coordinador en el Senado al Secretario de Gobernación de un gobierno federal agonizante ni a una mujer que tiene 29 años sin ganar una sola elección constitucional por voto directo y que nunca ha sido Secretaria de un Gabinete Federal.
Es el turno de Jorge Carlos Ramírez Marín, ojalá demuestren que entendieron el mazo democrático que les pegó.
P.D. En los diputados federales debe ser el mismo criterio.