El elogio fácil es común en el ámbito de la política. Es una vía rápida para congraciarse con las personas que ostentan el poder.
Claudia Ruiz Massieu, la actual Presidenta del PRI, no escapa a la tentación de quiénes pretenden agradarle, haciendo mención a la trayectoria pública de su padre y destacando ideas expresadas en sus discursos o escritos.
Durante el primer evento político posterior a su elección, el líder nacional de la CNC Manuel Cota inauguró formalmente la etapa de elogios a la memoria de José Francisco Ruiz Massieu, al referirlo en un aforismo sinceramente elemental atribuido al progenitor de la señora Presidenta: “O cambiamos o nos cambian…”
Seguramente el finado ex Gobernador de Guerrero tuvo frases más agudas, pero la holgazanería intelectual de Manuel Cota lo llevó a ponderar como “idea faro” una cacofonía retórica: “O cambiamos o nos cambian…”
Por delante el priismo tiene el camino de convertirse en el club de los elogios mutuos, en donde la principal destinataria será Claudia Ruiz Massieu al tocarle su sentida línea paterna.
No faltarán los “queda bien” que propongan que con las prerrogativas que por ley deben ser destinadas a la edición de libros, se deba compilar un tomo con los discursos seleccionados de José Francisco Ruiz Massieu.
Y así, de aquí a agosto del 2019 en que la guerrerense permanezca como mandamás del Comité Nacional, muchos priistas pondrán de moda en sus discursos las ideas de José Francisco. Claudia percibirá lo mucho que los priistas valoran artificialmente la obra de su papá.