Arlequines y Cortesanos
Para nadie es un secreto que la base con la que fue creada el Partido Encuentro Social proviene del las iglesias evangélicas. Este conglomerado religioso de corte ultraconservador ha decidido conceder su apoyo a Andrés Manuel López Obrador.
Esta alianza política se ha sacudido con los guiños directos que Andrés Manuel López Obrador ha tenido con la Iglesia Católica, con quiénes existen naturales antagonismos incluso de corte centenario.
Sin entrar al fondo sobre la posibilidad legal de los actos proclamados, AMLO ha dicho que el Papa Francisco sería invitado para integrar una nueva estrategia de seguridad y ayer aseguró que en su opinión el aspirante ideal para convertirse en Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es el sacerdote Alejandro Solalinde.
Concederle tal nivel inmaculado y de distinción a estos integrantes del alto clero católico, debe conducir indudablemente a un extrañamiento de las huestes encabezadas por Hugo Eric Flores.
Ayer AMLO aseveró:
“Me gustaría, nada más que la ley no lo permite y ellos no aceptan, que el padre Solalinde fuera el encargado de los derechos humanos y que Javier estuviese en la comisión, ayudándonos para encontrar a los desaparecidos”.
“Quiero el apoyo de gente buena, gente con buenos sentimientos, nosotros en esencia lo que buscamos es que se lleve a la práctica la máxima filosófica que viene de lejos desde antes del cristianismo, queremos que se aplique el amor al prójimo, luchamos por el bienestar material y el bienestar del alma. queremos justicia, queremos felicidad, queremos amor”, dijo.